David Prieto nació en Salamanca, 1977, aunque pasó buena parte de su infancia y adolescencia en Zamora. Es licenciado en Medicina y especialista en análisis clínicos.
Ha participado en varias antologías de relatos, de diferentes editoriales, entre ellas Ábaco, y la AEFCFT. Finalista del IV Concurso Melocotón Mecánico. Obtuvo una mención Honrosa en el II Concurso Coyllur. Uno de sus relatos ha sido seleccionado en el I Certamen Monstruos de la Razón.
Urnas de Jade: Mentiras es su segunda novela de fantasía y parte de un ambicioso proyecto que verá su final con Urnas de Jade: Profecías.
Una entrevista de Francisco Javier Illán Vivas
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Pregunta.- En nuestra primera entrevista recuerdo que te formulé una pregunta que ya se ha convertido en clásica en mis entrevistas, y era la referente a la diferencia entre escribir una novela o un cuento, según la visión del japonés Haruki Murakami. Y por ella voy a empezar, pues si escribir un cuento puede ser como plantar un jardín y escribir una novela como plantar un bosque. ¿Qué es entonces escribir una saga de, al menos, tres libros de unas 400 páginas cada uno?
Respuesta.- Es cierto. Entonces respondí que había empezado por el bosque. La diferencia entre una novela y una saga no es tan grande como entre un relato y una novela. Sólo es un bosque más grande en el que en ocasiones resulta muy difícil no perderse, lleno de senderos retorcidos y tramas que se complican hasta que se hacen muy complicadas de controlar.
P.- Tuve el privilegio, y el placer, de ser uno de los lectores del manuscrito de la saga. Entonces ya me di cuenta de que el escritor maduraba, enriquecía su discurso narrativo, conforme lo hacían sus personajes. Ahora, en la versión definitiva, con algunas variaciones sobre aquel manuscrito, me reafirmo en mi impresión. ¿Eres consciente de ello?
R.-Lo cierto es que sí. Yo también me he dado cuenta a la hora de hacer las últimas relecturas. Por una parte, esa diferencia ya se notaba entre los manuscritos, pero, por otra, se nota todavía más tras realizar las correcciones. Está claro que no soy la misma persona que los escribió en primer lugar. Al volver a leerlos lo he notado mucho.
P.- Mentiras, como he comentado al principio, es la segunda entrega de Urnas de Jade. Nos encontramos con que Codan Gulath ha muerto y Quëstor Elendhal y los demás compañeros regresan a Puerto Agreste... ¿Por qué Mentiras? ¿Qué encontrará el lector en esta segunda entrega?
R.- Mentiras, porque gran parte de lo que el lector y los protagonistas creen haber averiguado sobre las motivaciones de Ledan de Gülfstend no son más que patrañas y porque cada uno de los movimientos de este y de muchos de los otros personajes no son sino cortinas de humo. Incluso muchas de las acciones de Qüestor Elendhal y las gentes de Dhao tampoco son lo que parecen. Todos los bandos mienten.
P.- Díme, ¿tiene algo que ver ese antiguo mal que aparece en tu novela con el H1N1?
R.- No. En el momento en el que escribí Urnas de Jade lo que se llevaban era la gripe aviar y el mal de las vacas locas. La pandemia actual sólo ha coincidido en el tiempo. Y los resultados entre ambas epidemias no se parecen en nada.
P.- La portada de Mentiras, como la de la primera entrega, es de Calderón Studio. Pero yo sé que David Prieto participa, en lo referente a su creación literaria, prácticamente en todos los aspectos.
R.-Sí, me gusta controlar hasta el último detalle y en esta parte de la trilogía lo he hecho todavía más que en la primera. La portada de Manuel Calderón es, por otro lado, una auténtica preciosidad que demuestra que su autor va superándose día a día. La presencia de Demosian es apabullante y, una vez más, contribuye a dar sentido al título de la novela. Al terminarla es fácil entender por qué digo esto.
P.- ¿En qué ha cambiado la vida de David Prieto desde febrero de 2008, cuando te entrevisté por primera vez?
R.-Abandoné el trabajo que tenía y he estado una temporada en paro. Ahora trabajo haciendo sustituciones cuando se presenta la ocasión. Aparte de eso, escribir (y publicar) no me ha cambiado en nada. No hay fans esperándome en la calle ni mujeres ardientes acosándome (risas).
P.- Si entonces te pregunté cómo compaginabas los estudios con tu afición a escribir, me gustaría conocer si tu rutina creativa sigue siendo la misma o te has visto obligado a cambiarla.
R.- Durante este último año ha sido la misma, aunque ampliada a las veinticuatro horas del día. Ahora volveré a relajarme. Se han ido acumulando los textos para corregir y eso es en la mayor parte de las ocasiones bastante menos complicado que enfrentarse al folio en blanco.
P.- También quiero señalar que desde la aparición de Leyendas, la primera parte de la saga, hasta esta segunda entrega, estuviste implicado muy activamente en la edición de la novela de un buen amigo, Alejandro Guardiola, Sombras de una vieja raza, que ya ha sido comentada en Acantilados de Papel.
R.- Sí, fue un privilegio que Alex me dejara meter tanta baza como hice. En las correcciones finales, en la maquetación (ambas con la ayuda de Susana Torres) y en la propia portada. La primera que he hecho, pero espero que no sea la última.
P.- Hemos hablado de las dos partes de Urnas de Jade. Si no ha cambiado nada, tendrá tres partes. ¿Qué título llevará la tercera entrega?
R.- La tercera parte será Profecías. Está ya escrita, revisada y en manos del editor para que le de su visto bueno. Si no sucede nada extraño, la fecha de edición será de Febrero del 2010, mucho más cercana a la segunda parte de lo que esta estuvo a la primera. Profecías continua la historia de Mentiras, aunque en lugar de hacerlo desde el mismo instante del final de esta novela, lo hace adelantándose unos años en el tiempo para, después, ir contando a lo largo de su transcurso qué ha sido de los diferentes protagonistas a lo largo de ese periodo, cómo han cambiado y qué han hecho con sus vidas.
P.- Leyendas, Mentiras y Profecías. ¿No habrá continuación para que conozcamos esas profecías o resolverás todas las dudas en la tercera entrega?
R.-La historia de las urnas se cerrará con Profecías, aunque quedarán algunos hilos que se irán resolviendo más adelante en torno a algunos de los personajes. En los últimos meses he estado trabajando también en una historia que, de cierta manera, complementa algunos aspectos de Urnas de Jade, pero que es independiente. Ahora me encuentro revisando lo que podría considerarse una continuación, derivada de los hechos que transcurren en Profecías, pero lo cierto es que Urnas de Jade acaba con Profecías, sin necesidad de leer nada más.
P.- Anuradha Roy, la escritora hindú, declaró que escribir es al mismo tiempo un regalo y una opresión. ¿Cómo lo ves?
R.- Hay una cita de Terry Pratchett que creo que responde bastante bien a esta pregunta. Es de Lores y Damas. No recuerdo las palabras exactas, pero, hablando del herrero hijo de Tata Ogg Prattchet viene a decir que, “para ser capaz de herrar cualquier cosa que te lleven, debes aceptar herrar cualquier cosa que te lleven”. Con la escritura viene a ser lo mismo, si puedes escribir, de cierta manera tienes la obligación de escribir. Aunque sea para ti mismo.
P.: Ya sabes que la pregunta final de mis entrevistas trata sobre el futuro del libro, ya que de eso hablamos en esta sección. Me apuntabas que con los nuevos formatos electrónicos no veías claro cómo sobreviviría el libro en papel. ¿Cómo lo ves un año y medio después?
R.- Año y medio después las cosas han cambiado poco, pero han cambiado. El libro electrónico va ganando apoyos, pero sin dañar excesivamente al papel. Por lo que parece los expertos coinciden en que al menos de momento ambos formatos van a coexistir. Por ahora tendré que darles la razón.
Ha sido un enorme placer volver a charlar contigo, mi querido amigo David.
Muchas gracias, Paco, también para mí ha sido un placer. Espero que volvamos a vernos pronto.
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