lunes, 16 de noviembre de 2009

Alex Guardiola nos descubre la Sed de la Vieja Raza

Alex con José Miguel Vilar, otro buen amigo de Hablando de libros.


Alejandro Guardiola, Barcelona 1978, ha permanecido la mayor parte de su vida en Zamora. En la actualidad vive y trabaja en Salamanca. Licenciado en Filología inglesa y empresario.

Ha publicado relatos en diferentes sitios de Internet, en revistas digitales como AuroraBitzine y en los libros Tierra de Leyendas V y ¡Jodido lunes! Antología del Rechazo.

Sombras de una Vieja Raza resultó finalista en la tercera edición del Premio Minotauro (año 2006) de Ciencia Ficción y Literatura Fantástica.

Una entrevista de Francisco Javier Illán Vivas.
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Pregunta.- Su primera novela y finalista del premio Minotauro, en su tercera edición. ¿Cómo ocurre algo así?
Respuesta.- Sí, fue una auténtica sorpresa. Pues realmente no estoy muy seguro, me imagino que le gustó a quienes hicieron la selección previa de los manuscritos.


P.- Y sin embargo, el estar escogida entre las finalistas del Premio no le aseguró su publicación por la editorial que organiza el Premio. Aparte de mi opinión sobre los premios literarios, que no viene al caso, sí lo hace esa extraña política del grupo Planeta: publica sólo a los ganadores, en todo caso a los segundos, pero los finalistas lo tienen imposible en cualquier sello de su grupo.
R.- Supongo que eso se debe a políticas editoriales, pues al final de todo, publicar un libro es un negocio. Me imagino que a los responsables de Minotauro no les atraía la idea de publicar una novela de vampiros de un autor desconocido. Según me enteré más tarde por otras fuentes, al parecer, las publicaciones de los finalistas de ediciones anteriores del premio no habían alcanzado las ventas esperadas. También, pienso que se tenía que notar que se trataba de una novela de debut, con sus fallos y defectos, ante unas novelas de unos escritores consagrados en la literatura fantástica como Javier Negrete, que ganó el premio, Rafael Marín, que publicó, y Ángel Torres Quesada.


P.-¿Por qué Vieja Raza? ¿Es anterior a los Humanos?
R.-En realidad la Vieja Raza de la que hablo bastante en el libro, evolucionaría en paralelo con los humanos, desarrollándose de manera coetánea a la humanidad. Y Vieja Raza porque me encontraba un poco aburrido del término vampiro, que no se menciona en toda la novela más que en un par de citas. Esta idea la tomé prestada de El Ansia de Whitley Strieber y creo que funciona.


P.- ¿Quién es Meliot? Y con ello quiero también que respondas, ¿es descendiente del Conde?
R.-Meliot es un muchacho de pueblo, de un pequeño condado en cualquier zona de centroeuropa. Meliot, por otro lado, es un vampiro, que vive en una ciudad occidental que podría estar localizada en Europa. Como ves, cuento la historia de Meliot desde dos puntos de vista, uno cuando aún no es vampiro en el pasado, en la Edad Media, y otro, en la actualidad, cuando el personaje trata de sobrevivir a los peligros de la ciudad y de los suyos.
La respuesta a la segunda pregunta es que, Meliot, no es un descendiente ni familiar del Vlad Tepes histórico ni del Drácula literario de Bram Stoker, no tiene nada que ver.


P.- Un personaje con el que evolucionaremos, a lo largo de la novela, desde su inocencia, optimismo e inmadurez hasta verlo convertido en un hombre- perdón por la palabra- sensato, pero también cínico y terrorífico cuando es preciso.
R.- Sí, lo que más valoro como lector es que el autor de la novela que esté leyendo me muestre los puntos fuertes de los personajes, pero que también me enseñe sus miserias y sus defectos. Es decir, me gusta como amante de la lectura y escritor, que el personaje no sea la personificación del bien absoluto sin ninguna fisura en sus planteamientos. Al contrario, prefiero que mi personaje dude, que se interrogue si está haciendo lo correcto, que sufra, enseñar sus debilidades, al igual que en otros momentos vemos su inteligencia o su frialdad o su cinismo y también el porqué de estos, cómo ha llegado hasta ahí como persona. Me interesan los acontecimientos que han sucedido en su vida para labrar su personalidad actual, pues el Meliot vampiro, no tiene nada que ver con el Meliot inocente que sale de su pueblo en busca de fortuna. Meliot y otros de los protagonistas de la historia, tienen comportamientos que tacharíamos de reprochables o arbitrarios, y también loables y justos. En la misma personalidad de un hombre o de una mujer, cabe encontrar el mayor villano, al mismo tiempo que a la persona más bondadosa y esto, trasladado a la novela me parece fundamental en el desarrollo del carácter de Meliot.


P.- Meliot se define a sí mismo como un ser descastado por los suyos por no aceptar las rígidas normas de una sociedad invisible a la vista de los humanos, oculta, inamovible y olvidada. ¿Puedes contarnos, hasta donde sea posible, cómo se rige y funciona esa sociedad que nosotros desconocemos?
R.-La Vieja Raza es una sociedad compuesta por aristócratas y por los vampiros urbanos, que pueblan las ciudades. La nobleza, estaría formada por varias familias o casas, repartidas por todo el mundo. Funcionaría de manera similar al feudalismo, por medio de lazos de vasallaje y una monarquía electiva, los jefes de cada familia eligen al Jerarca Supremo que gobierna sobre todas las familias. En la práctica, se parece más una mafia internacional que regenta todo tipo de negocios. El conflicto viene cuando diferentes vampiros sin casta ni familia se dedican a establecerse en las ciudades, saciándose de víctimas, convirtiendo a otros, creciendo esta población de vampiros hasta niveles que preocupan a los dirigentes de la Jerarquía, pues escapan a su control. Uno de los conflictos de la novela se desarrolla cuando estos vampiros urbanos, más débiles en cuanto a poder, pero superiores en número se organizan para derrocar el orden establecido, se podría equiparar a la crisis del Antiguo Régimen.


P.- Una de las partes en litigio de los componentes de la Vieja Raza se consideran superiores a los humanos, se ven como depredadores, en la cima de la cadena alimenticia. Creen que pueden cazar cuanto deseen, sin recapacitar que, como los humanos hacen con otros seres de la creación, pueden llevarlos a la extinción.
R.- Sí, para mí, los vampiros son seres depredadores, que no pueden renunciar a su instinto de matar y beber sangre para vivir. No me van los vampiros posmodernos vegetarianos. Una de las contradicciones del protagonista es renunciar temporalmente a esto, tratar de superar la Sed que le angustia por otros medios como la ciencia, por ejemplo. Dejaremos a los lectores que averigüen si lo logra o no.


P.- ¿Y el amor, es imprescindible para una buena historia de vampiros?
R.- No es imprescindible, pero tampoco lo es en una novela policíaca, de aventuras, histórica o de fantasía y sin embargo, se encuentra presente en ese tipo de libros. Da igual el género o la clase de novela que escribamos, es un elemento que está ahí. En las narraciones de vampiros, es posible, que arrastremos cierta tradición de las historias de los autores románticos y victorianos en las que el romance aparece como algo muy común. Los vampiros, aman, en eso no son diferentes a nosotros, pero la cuestión es si ese amor es posible o no. En mi caso, planteo que la relación resulta imposible.


P.- El vampiro, ¿nace o se hace?
R.- Se hace. Según como yo lo veo, otro vampiro debe asesinar y vaciar de sangre al candidato a vampiro, para luego verter la suya en el cuerpo inerte, que le revivirá transcurrido un tiempo, desde horas, hasta días, despertando convertido en un ser por completo diferente.


P.- El mundo de los vampiros ha sido tratado, en poco tiempo, desde todos los posibles ángulos de vista, pero sobre todo tras esa nueva cultura de lo “políticamente correcto” que ha inundado occidente. Sombras de una Vieja Raza, siendo anterior a la explosión demográfica vampírica que inunda la literatura, la TV y el cine, ¿qué aporta al lector?
R.- Pues que no es políticamente correcta como expresas y está orientada a lectores adultos. Los personajes de mi libro son crueles, no se andan con miramientos, consumen sangre y asesinan para vivir. Quien aborde Sombras de una Vieja Raza pensando en vampiros edulcorados y adolescentes, se habrá equivocado de libro. No creo que sea la revolución del género ni que entre en las listas de más vendidos, pero con que a un solo lector le parezca que está bien escrita y que su lectura le resultó entretenida, me conformo.


P.- El narrador de esta historia, escribe al final: “ahora, es tiempo de soñar otra historia o de despertar un nuevo final. El principio no es más que el final de otro comienzo, que se superpone a él. Tan sólo depende del lugar del círculo en el que te encuentres”. ¿Qué otra historia está soñando Alejandro Guardiola, o este final no es más que un nuevo comienzo?
R.- Ese párrafo hace referencia a que el final de cualquier historia, sea cual sea, no es más que el principio de una nueva. Ya porque se trate de una continuación directa de la que acabamos de leer u otra nueva historia. Los personajes de esa línea que termina seguirán su vida dentro de la ficción, solo que el autor no nos la cuenta, nos deja saber solo lo que le interesa que sepamos.
Y la historia que estoy soñando ahora es una novela que no sé si definir como fantasía o ucronía, con un trasfondo histórico, política y unos personajes muy curiosos. Pero a veces la documentación me sobrepasa y otras me cuesta que la trama funcione, así que avanza bastante lenta. También hay varias ideas para diferentes cuentos...
Por el momento, no me planteo una segunda parte de Sombras y lo poco que tengo pensado sobre ella, en el caso de escribirla, es que Meliot no sería uno de los personajes principales. Cuando la terminé me planteé escribir algo diferente.


P.- Permíteme ahora formularte unas preguntas que hago a mis entrevistados. Anuradha Roy, la escritora hindú, declaró que escribir es al mismo tiempo un regalo y una opresión. ¿Cómo lo ves?
R.- Para mí es una actividad placentera, cuando consigo robar tiempo a mi trabajo para desarrollarla. Lo de la opresión quizás por el esfuerzo y el tiempo que hay que invertir para sacar adelante una novela. A mí me cuesta mucho, aunque luego resulta muy satisfactorio ver tu libro en las estanterías de las librerías.


P.: Haruki Murakami dijo una vez que escribir novela es un reto, escribir cuentos un placer, que es la diferencia entre plantar un bosque o plantar un jardín. Usted ha publicado cuentos y novela, ¿qué me dices a esa comparación del japonés?
R.- Relacionado de cierta forma con la anterior pregunta: un relato es menos exigente, tiene un planteamiento sencillo, pocos personajes, la acción no se va a desarrollar más que unas páginas y, en la mayoría de los casos, lo que se cuenta no guarda relación con otros escritos. En cambio, cuando escribes novela tienes que dedicarle tiempo todos los días, por pocas líneas que escribas, necesitas una trama, un esquema de argumento, hay que saber hacia donde vas, las motivaciones de los personajes...
Un relato es algo más fresco e inmediato, en el que se puede improvisar mucho más. A veces, con tener una idea general es suficiente para armar un buen cuento. En la novela todo tiene que estar premeditado, planeado, para que luego cobre sentido y encaje. Si no, el lector notará en determinados puntos que la narración flojea.


P.: Y como esta sección se llama Hablando de Libros, el futuro de los mismos, ¿cómo lo ve el filólogo inglés?
R.- Creo que te refieres a los lectores de libros y a los libros digitales. En mi opinión hay dos factores que pueden acelerar o retrasar la implantación masiva de esta tecnología: una, que bajen los precios de los lectores de libros, que siguen siendo bastante caros; otra, que las grandes casas editoriales apuesten de forma abierta por la distribución de los libros en formato digital y determinar un precio para ello. De todas maneras, para mí, no son formatos excluyentes y me da la impresión de que el libro tradicional todavía convivirá muchos años con el digital. Como todos los cambios en los formatos, lo normal es que se implanten con más lentitud de lo que a las marcas que fabrican los aparatos les gustaría. La gente es conservadora cuando le cambias el vídeo por el DVD, por ejemplo. Y ahora que hay reproductores de DVD en casi todas las casas, tenemos el Blu Ray...
Personalmente, como aficionado a la lectura y comprador de libros, el formato digital es un hallazgo pues supone un ahorro de espacio a tener en cuenta. Aunque mis autores preferidos me los seguiría comprando en papel.


Sólo me queda agradecerte tu tiempo y el placer de haber charlado contigo.
Gracias a ti, Paco. El placer ha sido mío. Un saludo para los lectores de Hablando de Libros.

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