domingo, 1 de marzo de 2009

Salvador Sandoval López nos habla de la poesía desde la serena madurez creativa

Salvador Sandoval López nació en Las Torres de Cotillas un 22 de enero de 1928. Un hombre, al que su biógrafa calificó como “figura señera y nombre consagrado de las letras torreñas, torreño de pro venido al mundo en una casa situada enfrente de las escuelas del barrio de Los Pulpites” (Salvador Sandoval, poeta de nuestra tierra. Azarbe, 2005).

La obra literaria de Salvador Sandoval ha sido calificada de valiosa y profunda por el catedrático Díez de Revenga quien afirma, con contundencia basada en su amplio conocimiento de las letras murcianas, que Sandoval López es autor de cinco libros fundamentales en la poesía regional: “Descendamos al valle”, premio Polo de Medina en 1972; “Agua de río”, 1977; “Maizales y retamas”, premio Albacara en 1986; “Sol de otoño”, 1995; y “Un mundo sellado”, 2002. En 2008 se publicó Antología, su obra completa, además de algunos poemas inéditos.

Una entrevista de Francisco Javier Illán Vivas.

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Pregunta: Acaba usted de cumplir ochenta años y hace unos meses se publicó una recopilación de toda su obra poética publicada, además de algunos versos inéditos. ¿Qué significa hoy la poesía para Salvador Sandoval?

Respuesta.- A los ochenta años, el poeta contempla el mundo con serenidad, con bondad y con amor. Sus ojos apenas se detienen en lo puramente material, buscan más bien, en lo que le rodea, aquello que no se ve, su lado oculto, el espíritu. La poesía es para mí el lenguaje del alma.


P. Caballero Bonald, quien cuenta con ochenta y dos años, hablaba en una entrevista del poder curativo de la obra poética frente a la indolencia y la apatía. ¿Comparte esa opinión?

R.- Coincido plenamente con la afirmación de Caballero Bonald. A este respecto, me es grato citar unas frases que el gran poeta murciano, Francisco Sánchez Bautista, escribió con motivo de la presentación de uno de mis libros: “entro en tu libro, Salvador amigo, como el que entra en un agua saludable. Tu verso es curativo. ¡Loado sea tu verso, exento, amigo de sustancia amarga”. En mi caso, mi quehacer poético no solamente ha sido un remedio contra la indolencia y la apatía, sino una receta mágica para mi buena salud mental.


P. En España se lee muy poca poesía. Si éste tiene ese poder curativo, ¿podemos suponer que el país, incluso este mundo globalizado, está enfermo?
R.- Digamos que, además de la poesía, existen ot
ras actividades que ayudan en la lucha contra esa enfermedad. Sin embargo, el Mundo siempre ha estado enfermo unas veces de ignorancia, otras por las guerras, el hambre, la ambición y la injusticia. Pobres y ricos. El rico prefiere disfrutar de su riqueza, y el pobre bastante tiene con procurarse el sustento diario.


P. Esa es una de mis grandes dudas, que suelo trasladar a los poetas que tengo el honor de entrevistar. En el mundo de las prisas, de las PlayStation, del iPop, del Blu-Ray, de los problemas ecológicos globales, ¿qué sentido tiene la poesía?
R.- Este es un mundo que vive estresado por los problemas, por las prisas, por conseguir un mayor bienestar y comodidad, por disfrutar de los adelantos e innovaciones del pasatiempo y la diversión. La poesía es un remanso, un encuentro del hombre consigo mismo y con su verdad.


P. Si anteriormente le preguntaba qué significa la poesía para usted, ahora me gustaría saber qué significa Antología.
R.- Antología se deriva de la palabra griega anzología, de anzos, flor; y lego, escoger. Significa colección de fragmentos de obras literarias. Un florilegio. La Antología que se me ha editado no se adapta a esa definición por que el libro recoge prácticamente toda mi producción literaria y no fragmentos. Creo que esto se debe a que, en un principio, el libro se iba a titular Vida y otra del poeta…



P. Ya he dicho que ese libro se acompaña de doce poemas inéditos. ¿Pone usted límite a su creación poética?

R.- Ni mucho menos. De hecho, sigo escribiendo.


P. En uno de los últimos poemarios que he leído, Las páginas gastadas, de nuestro común amigo Marcelino Menéndez, éste, citando al ya mencionado Caballero Bonald, venía a decir que el poeta es el tiempo que nos queda. A usted le veo muy activo en presentaciones de libros, en la Asociación Literaria Las Torres, apoyando a otras asociaciones, incluso, así lo reconoció Domingo Coronado, asesorando al alcalde de la localidad cuando le necesita. ¿De dónde saca tiempo, y fuerzas, para estar tan comprometido en todo cuanto afecta a la cultura de Las Torres de Cotillas?
R.- Tengo todo el tiempo para dedicarme a lo que me gusta, que es la literatura. Desde hace quince años disfruto de mi jubilación. En cuanto a las fuerzas, a los 81 años, no puede uno ir presumiendo de fuerza. Lo suplo con la ilusión y el cariño hacia mi tierra. En el tema cultural, estoy plenamente comprometido con mi pueblo.


P. Me gustaría conocer su actividad creativa. Entiéndame, ¿cuándo y dónde escribe?

R.- Cualquier hora del día o de la noche puede ser buena para escribir. Especialmente me agradan las primeras horas de la mañana. Para escribir, necesito sosiego y tranquilidad de cuerpo y espíritu. Las vacaciones junto al mar puede ser el tiempo y lugar apropiados.


P. Se dice que un poeta siempre está buscando ese poema existencial, que le defina, por el que todos le recuerden. ¿Ha escrito Salvador Sandoval su poema vital?
R.- No sé si ese poema existencial que me defina está ya escrito. De momento me siento identificado con “Palomas de mi sangre”, poema con que se inicia el libro Maizales y retamas.



P. He citado su apoyo a la cultural. Y ahora le voy a pedir un consejo. ¿Qué les recomendaría a ese autor o autora que se inician en la poesía?
R.- A los que comienzan a escribir les animaría y estimularía. Me gusta valorar los aciertos e intentar que el joven poeta descubra por sí mismo sus propios fallos y que, por supuesto, no deje pasar ni un solo día sin escribir.


P. ¿Qué musa extiende su manto inspirador en Las Torres de Cotillas para que asistamos a ese torrencial creativo presente en las varias asociaciones literarias, teatrales y culturales que podemos encontrar?
R.- No existe ninguna musa que extienda su mando inspirado en Las Torres de Cotillas. La sobresaliente actividad de las Asociaciones literarias, teatrales, culturales, se debe primordialmente a que al frente de cada una de ellas hay unas personas desinteresadas, ilusionadas, que no buscan el lucimiento propio, sino el protagonismo de todos los socios; que no se aprovechan de su cargo para medrar personalmente, sino que se vuelcan con todos los miembros de la Asociación a quienes apoyan y anima en todo momento. Concretamente, la Asociación Literaria, en su colección “A orillas del Segura” ha editado diez poemarios a sus socios.


P. Juan Ramón Jiménez, Aleixandre, Machado, Neruda, García Lorca, Miguel Hernández... Nuestro idioma ha conocido grandísimos poetas. ¿Hay relevo entre las nuevas generaciones?
R.- La Historia se encargará de poner a cada uno en su lugar. La poesía española, en mi opinión, vive una nueva edad de oro. Sin embargo, creo que ningún poeta actual puede compararse con Machado o con Lorca.


P. Y como esta sección se llama Hablando de libros, el futuro de ellos ¿cómo lo ve Salvador Sandoval López?
R.- Estamos asistiendo a una verdadera inundación de libros. En este sentido no nos podemos quejar. No hay tiempo para leerlos todos. La cuestión está en saber elegir acertadamente los mejores.


Ha sido un enorme placer charlar con usted, maestro de poetas.

1 comentario:

Poeta Carlos Gargallo dijo...

Muy interesante enrevista al gran poeta y ser humano como es Salvador. GRacias