domingo, 16 de noviembre de 2008

Juan Silva habla de La ley de las sombras


Juan Silva Fernández, nacido en 1981 en Villaverde Alto, donde todavía reside. Desde la finalización de sus estudios, ha trabajado en diferentes profesiones de muy diversa índole, actividad que ha sabido compaginar con sus dos grandes pasiones: pintar y escribir. De carácter tímido y reservado, se ha refugiado a lo largo de su vida en sus obras para superar los malos momentos, hecho que sin duda ha quedado reflejado en ellas. La ley de las sombras es su primera obra publicada.
Una entrevista de Francisco Javier Illán Vivas
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P.: Leyendo su breve reseña biográfica, ¿qué se refleja de su vida en La ley de las sombras?
Supongo que algunos matices de mi carácter se ven reflejados en Abraham… Como en lo solitario, lo reservado, correcto… incluso a veces en lo atormentado, aunque yo en menor medida y casi siempre por tonterías. Pero sobre todo lo que mejor se refleja, o lo que yo he pretendido reflejar con mayor ímpetu, es la violencia en las calles. No sé nada de mafias, pero sí de pandillas callejeras… En mis presentaciones siempre cuento la historia de una pequeña pelea de adolescentes que vi, y cuyo recuerdo me acompañó a lo largo de toda la novela.


P.: Un enorme salto. De ser totalmente desconocido a su primera obra, con la cual, además, se presentó el sello editorial Mundos Épicos, lógicamente dentro de él, la serie gótica. ¿No le supuso o le supone eso una gran responsabilidad? ¿Es usted el autor franquicia de la Editorial, como algunos jugadores de la NBA lo son de sus equipos?
En cuanto a lo primero, digamos que sentí más el peso de la responsabilidad al principio, en especial el día de la presentación del libro; estaba súper nervioso y pensaba: Madre mía, y ahora qué hago yo… ¿Por qué la editorial habrá confiado tanto en mí? ¿No sería mejor que hubiesen cogido a alguien con más experiencia? Seguro que lo fastidio todo… Pero el caso es que estas mismas preguntas me dieron la respuesta, y también creo que dicen bastante de la editorial en sí. En vez de coger a alguien con más experiencia, o a alguien más extrovertido o lo que sea, se fueron a por el más tímido, sencillamente confiaron en mí y sobre todo en mi libro. Y esto fue lo que me dio seguridad. Si la editorial, que era y es la que va a coger mi libro y lo va a presentar donde sea piensa que La ley de las sombras es una buena historia para hacerlo, yo me callo.
Y sobre lo segundo, para nada soy el autor franquicia, que más quisiera yo… Aquí todos estamos en el mismo barco y cada uno hace lo que puede con lo que tiene.


P.: Su novela la definí, si es que es necesario hacerlo, como de misterio. Pero en ella nos encontraremos dos figuras típicas del terror: el vampiro y el hombre lobo.
Sí, me pareció interesante poner el poder de dos personajes así al servicio del bien… y sobre todo de alguien tan insignificante para la sociedad como lo es una prostituta… Pero la verdad es que esto es una cosa que a mí me gusta hacer mucho hincapié. No es una novela de terror. En algunos puntos resulta violenta, pero nada más. He preferido jugar con el misterio a con el miedo… Además hay un gran trasfondo humanitario. Y si digo esto es porque prefiero que una persona no se compre el libro a que se lleve una desilusión, como también es verdad que a los que no les guste demasiado el género de terror, La ley de las sombras se la pueden leer perfectamente. Yo creo que lo bueno de este libro es que puede satisfacer a varios tipos de gustos.


P.: El personaje de Abraham tiene unas connotaciones especiales entre los vampiros, al menos, conforme lo hemos conocido hasta hace unos años. Si no he leído mal, incluso es creyente.
Sí, creo que este detalle de su personalidad me ayudaba mucho a la hora de describir su lucha interior. El como más allá de lo que ven sus ojos, de lo que es él mismo, cree que hay algo más poderoso y que ayuda a todo aquel que intente hacer el bien… quizás como si se sintiera culpable de lo que es… o sería más correcto decir, de lo que sería capaz de hacer.


P.: Sirva esta pregunta para continuar con esas novedades: ¿qué aspectos nuevos añade La ley de las sombras al mito del Vampiro?
Pues si te soy sincero, no lo sé… Aunque parezca mentira no soy un gran seguidor de los vampiros, así que no estoy muy seguro de lo que han hecho los demás autores, conozco los casos más famosos pero poco más. Yo, por mi parte, pensé cómo podría ser semejante personaje con un corazón sencillamente humano, y salió Abraham.


P.: Y como el otro personaje es Lobo, ¿al mito del hombre lobo?
Lobo es como a mí me gustaría ser… o tener un amigo como él. Es puro instinto; un animal con cuerpo humano y que su lucha está en controlar su agresividad. Hace y dice lo que quiere sin pararse a pensar demasiado en las consecuencias… como creo que son los animales salvajes. Además, una cosa que quería hacer con él, es que cuando fuera lobo, fuera eso: un animal de cuatro patas y no un monstruo bípedo… es por una mera cuestión estética… me encantan los lobos.


P.: La primera novela de vampiros que leí fue
Drácula, y creo que una de las pocas que he terminado de leer. Otras las empecé, pero las abandoné al poco tiempo. He visto algunas películas de este mito: Drácula de Bram Stoker, de y Vampiros de John Carpenter. ¿En qué se parecen los nuevos vampiros al original Bram Stoker?
Me parece a mí que nuestros conocimientos son parecidos… Yo ni siquiera me he leído Drácula… aunque sí algunos relatos de vampiros (por cierto, algunos bastante originales) y por ejemplo El misterio de Salem´s Lot, que algo tiene que ver con el tema. El resto ha sido por películas y por lo que me cuenta mi hermana, que se ha leído varios libros de Anna Rice. Así que por lo que yo sé, se parecen en que beben sangre, son muy fuertes, raros y tienen un lado muy, muy oscuro.


P.: ¿No hay un exceso de vampiros sueltos por el mundo? Muchas películas, literatura, series de televisión... ¿Cómo se alimentan tanto vampiro suelto?
Es que un personaje tan enigmático, tan de la noche como un vampiro creo que da y seguirá dando mucho juego. En verdad lo que pienso es que al igual que cada persona de este mundo somos distintas por nuestra forma de ser y de pensar, creo que el vampiro, como ser inteligente que es, puede tener también varias personalidades según cada uno. Da a un vampiro una personalidad o poder original y ahí tienes una nueva historia. Pero sí es verdad que creo que los excesos no son buenos y tanta explotación de un personaje o un género haga que algunos realmente originales no tengan la posibilidad de destacar como deberían.


P.: Ahora mismo Digital + está proyectando
Moonlight, una de las dos series de vampiros que tiene en cartera. En una de ellas (creo que True Blood), y pido disculpas por mi desconocimiento, los vampiros conviven con los humanos, beben una especie de vino o de cerveza que apaga su sed... Ese hecho me ha recordado un pasaje de su novela, por lo novedoso.
Al igual que la comida prefabricada no sabe igual que la hecha en casa, pero aun así nos aporta nutrientes básicos, pensé que un vampiro lo que necesitaba era sangre, y no tenía por qué ser necesariamente humana. Está claro que lo ideal para ellos es la humana; les da como el triple de fuerza, pero perfectamente podrían sobrevivir con la sangre de cualquier animal. Para Abraham ir a la carnicería (a una que abriera muy temprano o cerrara muy tarde), comprarse un filete de carne y comérselo crudo es lo mismo que si nosotros fuéramos al burguer y compráramos una hamburguesa… o una pizza, bocadillos, etc. No es lo mismo que un asado en toda regla, pero podemos sobrevivir… Además, de esta forma pueden pasar mucho más desapercibidos.


P.: ¿Volveremos a leer aventuras de Mateo, Abraham y Lobo?
Cuando escribí La ley de las sombras yo sólo tenía la intención de escribir esta historia, era lo que quería contar y nada más. Lo que no sabía era que iba a ser publicada y que una vez hecho esto tanta gente me iba a preguntar por una segunda parte. Pueden influir muchas cosas… si recibo una demanda muy, muy fuerte… si de repente un día se me ocurre una nueva aventura y siento la necesidad de contarla… no sé, cualquier cosa. Lo que sí puedo decir es que hoy por hoy, en un futuro inmediato, no tengo intención de escribir nada sobre ellos.


P.: Y como esta sección se llama Hablando de Libros, el futuro de los mismos, ¿cómo lo ve Juan Silva?
Yo no me imagino un mundo sin libros, es todo lo que puedo decir. Sería horrible. Lo que sí espero es que los libros de pasta… con su olor, sus paginas, su tacto… no sean sustituidos por libros digitales o algo así. Sería una pena.


Muchas gracias.
Muchas gracias a ti.

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